Voluntariado y Fraternidad

El mes de septiembre se llevó a cabo un taller para nuestros voluntarios con el objetivo de pensar juntos pautas para abordar los talleres en estos tiempos de pandemia, fue un momento para reflexionar juntos y reavivar la llama interior de lo que nos motiva para llevar a cabo esta tarea tan loable que es ser voluntario.
El taller estuvo guiado por Vicky Osorio, de Suma Fraternidad, quien generosamente puso su tiempo a disposición para poder abordar este tema del voluntariado y la fraternidad.
"Fue un lindo momento de encuentro, entre los que participamos de la vida de la Fundación. Poder hablar del voluntariado y la fraternidad junto a Vicky Osorio, tan dinámica y clara, fue para mi renovar mi compromiso con los valores del voluntariado y fraternidad así poder crear, propiciar y potenciar buenos lugares o lugares de lo bueno", fue una de las impresiones que dejó el taller.
El taller se realizó de manera virtual a través de un zoom y se partió de un cuento llamado "El hilo primordial" que nos llevó a la reflexión de no perder de vista el hilo fundamental que nos guía, es decir, el porque y para qué existimos como fundación.
"Un taller muy oportuno porque quizá cada uno estaba en lo suyo con mensajes de whatsapp de por medio, pero esto nos cohesiona en este camino, en este proyecto de voluntariado juntos. Una mirada fresca, que quedó resonando en el interior de todos" nos comentaba otra de las voluntarias que participó del encuentro virtual.
Al mismo tiempo el taller tuvo un hilo conductor que fueron los pasos de baile de la milonga (haciendo referencia al programa de voluntariado internacional que lleva a cabo Suma Fraternidad) cada uno de estos pasos está conectado y para que sea un buen baile deben darse todos los pasos.

Los pasos son 8 y van desde la SOLIDARIDAD FRATERNA, como un encuentro de dos manos, donde se considera al otro como un hermano, la GRATUIDAD, realizando acciones solidarias que trasciendan las relaciones nuevas, de manera desinteresada, el HACERSE UNO, poniéndote en la perspectiva del otro, aprendiendo a escuchar. También es importante en estos pasos el COMPARTIR, ya que un compromiso social fraterno es capaz de construir vínculos que transforman las desigualdades. Mientras que la INTERCULTURALIDAD es hacer una verdadera experiencia de encuentro entre culturas diferentes, pasando por la RECIPROCIDAD, donde nos convertimos todos los involucrados en socios activos.
"El voluntariado es una experiencia transformadora. Yo nunca fui alguien a quien le gustaran demasiado los niños y creo que jugar con ellos, aprender, te da una perspectiva diferente, o sea, verlos crecer, jugar, reír, y también empezar a tomarte afecto creo que es algo invaluable. De alguna forma te conecta con tu niño interior y te hace crecer con ellos. Creo que todos pasamos por cosas difíciles, ellos como niños también. Y la intención es un poco eso, que no pasen ese camino tan solos, acompañarlos para que puedan salir adelante, ya que no todos tenemos la misma suerte pero todos podemos ayudar un poquito a hacer un mundo mejor" nos comentó uno de los voluntarios que asiste al apoyo escolar.